martes, 16 de noviembre de 2010

PERSPECTIVA DE LA GERENCIA DESDE UN CONTEXTO TRANSCOMPLEJO

Autora: Lisette Vergara
email: vergaral@cantv.net

En las sociedades actuales se observa una mayor exigencia para mantenerse en un nivel óptimo de productividad que refleja la evolución no sólo de las sociedades sino de los esquemas organizacionales, de los sistemas de información y de su aplicación y adaptación a la realidad en todos los ámbitos de la vida humana.
Todo esto requiere de un aprendizaje, actividad que es de por vida y que permitirá a las organizaciones adaptarse a los entornos cada vez más complejos, cambiantes e inciertos donde las personas se agrupan, integran, y comunican profundamente y se comprometen con el proyecto que los une.
Se debe tener presente todos los elementos y factores esenciales que integran el sistema organizativo de modo de concatenar las diferentes funciones así como las tareas y lograr las metas propuestas por la organización.
Por otra parte, con el desarrollo de la sociedad se presentan nuevos paradigmas, algunos se plantean retando la postmodernidad, modelando y construyendo sistemas que a la vista de muchos pueden ser criticados y sólo aceptados por aquellos que asumen los retos.
La globalización de los mercados, la diseminación de las tecnologías de la información y el desmantelamiento de las jerarquías nacidas a mediados del siglo pasado, son los rasgos esenciales de una nueva era económica caracterizada porque sus fuentes principales de riqueza son el conocimiento y la comunicación, frente los tradicionales que han sido los recursos naturales y la mano de obra.
La causa principal que motiva esa nueva reorganización de los esquemas organizacionales es una nueva economía que pone sobre el tapete no solo los instrumentos del quehacer humano; sino también los procedimientos.
La característica esencial del cambio es la aparición de un nuevo y emergente factor de la producción que es el conocimiento, que tiende a desplazar a la tierra, capital y trabajo. El principal desafío, como consecuencia de ello, es la productividad del trabajo intelectual y de los servicios.
Las nuevas tecnologías electrónicas y de telecomunicaciones son una fuente indiscriminada de ventajas. Con ellas aumenta la velocidad, precisión y tratamiento de la información, la capacidad de almacenamiento, la flexibilidad de la organización de la producción en forma de red y la transmisión de la información.
La historia occidental revela una profunda transformación en la sociedad cada cinco décadas aproximadamente, en su visión del mundo, sus valores fundamentales, sus estructuras sociales y políticas y económicas. La época en la cual vivimos es un período de transformaciones que se propagan a lo largo y ancho del mundo y a la par de esos cambios también cambian los sistemas organizacionales y todo lo que ello representa.
Para los gerentes la dinámica del conocimiento presenta un reto: cada organización tiene que construir la dirección del cambio dentro de su estructura, y esto significa que cada organización tiene que prepararse para abandonar todo lo que hace, es decir, requiere incorporar a la vida diaria la auto superación continua, cada organización tendrá que aprender a explotar su conocimiento, a desarrollarse y proponerse nuevos retos en función de superarlos.
Cada organización tendrá que aprender a innovar y la innovación puede ser organizada como un proceso sistemático que puede ser abandonado para luego comenzar nuevamente.

GERENCIA TRANSCOMPLEJA
Transcompleja por su parte es una expresión que se viene usando para integrar los planteamientos del paradigma de la complejidad y de su método de estudio, la transdisciplinariedad, de acuerdo a Morín (1996). El término fue propuesto por la Dra. Crisálida Villegas, quien se refirió a una nueva ciencia: la ciencia transcompleja en el marco de sus estudios posdoctorales (Villegas 2004). Posteriormente fue asumido por un grupo de docentes e investigadores de la Universidad Bicentenaria de Aragua como Investigación Transcompleja (Villegas y otros 2005). De ahí se consideró la complejidad de la gerencia por lo que les pareció pertinente pensarla desde la transcomplejidad.
La gerencia es fundamentalmente un producto del siglo XX, ya que el desafío creciente de cómo dirigir y gestionar organizaciones productivas, dio origen a una disciplina autónoma que muy pronto encontró espacios diversos y disímiles para desarrollarse y difundirse. En este aspecto vale señalar el planteamiento que al respecto hacen Armas y Malavé (2000) citados por Mujica (2007) acerca del carácter científico de la gerencia.

No obstante, la polémica sobre la cientificidad de la gerencia continúa enriqueciéndose con los aportes de la matemática, la informática, la cibernética y las estadísticas, entre otras. Producto de otros acontecimientos tales como el desarrollo de la tecnología, entre otros se siguen generando cambios y transformaciones que dan cabida a nuevos esquemas y teorías que a lo largo serán impulsadores de nuevos conocimientos. De esta forma las prácticas gerenciales reflejan cambios paradigmáticos. En este contexto existen planteamientos de autores que opinan que todavía esta es una época de transición por cuanto se prevee una próxima etapa en la cual será evidente su énfasis en el conocimiento y la creatividad.

Por su parte, Drucker (2006) es otro autor que opina que aún la nueva economía no ha llegado y que esta va a exigir mucho por la rapidez del cambio; por lo que la gerencia debe ser distinta. Así pués, el mismo Drucker (1999) ya planteaba que la gerencia ha de tener como su punto de partida la suposición que no hay una tecnología exclusiva sino que, por el contrario, todas las tecnologías podrían influir de manera importante en cualquier organización.

Igualmente, la gerencia tiene que suponer que no existe un uso final dado para ningún producto o servicio y que, inversamente, ningún uso final va a estar asociado exclusivamente con cierto producto o servicio. La gerencia es evidente, entonces, se encuentra contenida en diversos metacampos del conocimiento donde confluyen la psicología, la antropología, la política, la lingüística, la ecología, economía, historia y la filosofía.

Visión moderna
Esta visión modernista sugiere alcanzar el éxito gerenciando los recursos económicos, sobre la base de las leyes del mercado y de la responsabilidad social de corte institucional que emprenden las organizaciones por los contenidos coercitivos que les imponen esas instituciones, asumiendo que el éxito se obtiene a partir de la riqueza económica que propician los mercados como centro alrededor del cual giran los intereses de todos los involucrados en el sistema.

Visión Postmoderna
A este punto se considera oportuno mencionar a Lanz, R. en relación con sus Diez tesis sobre Cultura Organizacional Transcompleja (2.001). Lanz expresa que: “Los nuevos enfoques sobre los procesos organizacionales se sitúan expresamente por encima de la lógica epistémica de las disciplinas. Esta óptica trastoca los fundamentos del viejo modo de pensar de la organización” (pp. 168).
Esta visión propone a la modernidad como modos de pensar y modos de hacer, que en el marco de la racionalidad conllevó a que el fenómeno organizacional se pensara disciplinariamente, es decir, las personas dentro de las organizaciones deben pensar más allá de lo expresamente planteado con la finalidad de adaptarse al entorno cambiante y complejo, lleno de transformaciones, de nuevas tecnologías en el que el comportamiento humano se vuelva parte de ese nuevo comportamiento organizacional en la búsqueda por mejorar todos los modelos productivos y garantizar el éxito, es la concepción disciplinaria del mundo y de toda la realidad que en él se observa.
Por supuesto que todo ese pensamiento transdisciplinario se logra a partir de la capacidad de la sociedad para adaptarse dependiendo cada vez más del conjunto de habilidades intelectuales, conocimientos y técnicas adquiridas, así como de las capacidades para resolver problemas, que tengan sus miembros.
Ello implica que en medio de la producción y uso intensivo del conocimiento, de grandes flujos de información y elevados niveles de complejidad, el aprendizaje resulta vital para cada persona y para las organizaciones y, esto, ocurre sobre la marcha, en otras palabras, las organizaciones no se detienen a pensar para obtener la respuesta necesaria según la situación y, posteriormente, actuar, así como tampoco encuentra a la mano el capital humano con todas las características necesarias para resolver cada situación que se les presente.
A diferencia de la visión moderna este postmodernismo se centra en la gerencia de valores espirituales liberándose de la carga que le imponen las instituciones, donde se produce el tejido complejo de actos humanos que afectan los contenidos biológicos, sociales, bioético, psicológicos, políticos, ambientales y económico-financieros del individuo como ente complejo. (Lozano, 2002)

Visión Transmoderna
Desde esta perceptiva transmoderna se gerencian los contenidos sociales y confluyen los esquemas expuestos bajo las visiones moderna y postmoderna, es decir, se gerencian los recursos económicos y los valores (contenidos económicos, psicológicos y trans-psico-socioeconómicos por una parte y valores espirituales o psiconómicos por la otra) que facilitan la compresión del ser y la condición para comprender los marcos estratégicos con el que se pudiera añadir un valor intrínseco que contribuya con la felicidad o al éxito tanto de quienes laboran, como con el resto de las comunidades donde se encuentran estas organizaciones.
Evolución y cambio en la sociedad = Evolución y cambio en la organización
En los procesos de cambio, algo está haciéndose continuamente, o moviéndose para devenir en otra o transformarse en otra, es decir, pasa de un estado actual a uno futuro de manera constante.
Existen algunos autores que afirman que los cambios que se introducen en una organización están dirigidos a la intervención de alguno de los factores que la integran y que conducen a obtener diferentes resultados dependiendo del factor al que se dirige.
Si es respecto a las personas, se busca lograr como posible resultado la satisfacción humana, la reformulación de los procesos organizacionales, la comunicación, la toma de decisiones para dar solución a los problemas. Si el factor es tecnológico, está dirigido a lograr las metas o tareas a partir de la modificación de tareas, métodos, diseño de cargos y diseño organizacional. En esta perspectiva, el análisis se orienta, por una parte, a factores individuales (la comunicación, la toma de decisiones) y, por la otra, a factores tecnológicos (metas o tareas) que engloban diferentes procesos y procedimientos en la organización.
Este tipo de cambio es el resultado de la inercia y la inhabilidad organizacional para responder adecuadamente a los cambios ambientales externos, y pasa por tres etapas definitorias en su evolución: descongelamiento, movimiento y recongelamiento, estos siguen la corriente de los cambios que son impulsados desde fuera y continuo que responden a pequeños y continuos ajustes creados simultáneamente a través de unidades específicas de la organización, que pueden acumularse y generar un cambio sustancial. Son impulsados desde dentro y pasan por las etapas de congelamiento, desbalanceo, recongelamiento.
Las organizaciones deben adaptarse a los procesos de cambios que existen en la sociedad, ya sean estos de índole humana y tecnológica. Los diferentes enfoques señalan diversos puntos de vista acerca del cambio organizacional, desde las perspectivas culturales, pasando por las conservadoras, tradicionales, modernas y las que hoy se denominan postmodernas.

Cambio y transformación en las organizaciones transcomplejas
Las organizaciones empresariales están en franco proceso de transfiguración, el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación ha introducido en la organización de las empresas un elemento transformador; el modelo de producción se ha transfigurado a partir de esta nueva realidad.
Estas expresiones de “cambio” y transformación” constituyen diferentes maneras de señalar factores internos y externos a la organización que se van presentando dentro de ella. Como base de estos procesos, se hallan los cambios de paradigma del conocimiento, de la información y de la comunicación que poco a poco van vislumbrando otra forma de entender la estructura de un sistema, de un nuevo sistema, en un nuevo orden de la sociedad y que es producto de esa lucha del hombre por transformar y reconfigurar un sistema organizativo en función de hacerlo cada vez más productivo, eficiente y pertinente a la realidad social dentro del cual se desenvuelve.

Perspectiva futura de las organizaciones transcomplejas
La naturaleza y conceptualización de las organizaciones transcomplejas permite inferir sobre el futuro ya cierto de la significación e importancia que tienen para la sociedad el desarrollo de entidades organizacionales que se conviertan en paradigmas que construyan sistemas de vida que mejoren y garanticen un nivel optimo basado en el conocimiento adquirido a través del aprendizaje organizacional.
La organización debe hacer énfasis en ciertos elementos o factores que intervienen directamente y cuyo éxito es proporcional a la aplicación pertinente que se haga de ellos. Entre ellos pueden observarse algunos que de modo subjetivo intervienen: la eficacia de los individuos, las relaciones de trabajos entre dos o más individuos, el funcionamiento de los grupos, las relaciones entre los grupos y la eficacia de la organización como totalidad.
Por otro lado, a partir de la concepción de la gerencia transcompleja se concibe e idealiza el enfoque que puede ser útil para comprender su dimensión tecnológica y su instrumentación en el marco reglado de gerencia que se instaure en una organización determinada; pero esto se haría sobre la comprensión que propicie la base teórico, el contenido epistemológico y el método que se adopten para entender las opciones instrumentales de corte tecnológico centradas en el marco de gerencia estratégica de creación de valor.
En cada proceso se deben considerar indicadores de dirección y los de desempeño de contenido tanto financiero como no financiero a fin de que el proceso de desarrollo productivo dentro de la organización se pueda establecer de manera equilibrada utilizando todos los recursos disponibles y obtener las metas propuestas.

La Investigación Transcompleja de la Gerencia
Cuando se intenta comprender el alcance de la gerencia, surgen diferencias por cuanto su naturaleza dependerá del contexto en el cual se plantee. De manera que no es lo mismo aludir a sus implicaciones en un ámbito dominado por la economía, que en otro regido por las fuerzas políticas. O todavía más cuando se refiere a la universidad como ámbito movilizado sobre la intelectualidad y por tanto la gerencia del conocimiento, en términos del proceso epistemológico, ontológico y axiológico de búsqueda de saberes.
Así mismo si se pensara en detallar lo que es y lo que no es gerencia, considerando para ello criterios cualitativos, cuantitativos e ideológicos. De ahí que para referir el sentido de la gerencia, debe comprenderse primero que las realidades son complejas. Por esa misma razón se conjugan una serie de racionalidades cuyos efectos terminan produciendo situaciones tan azarosas como inciertas.
Investigar la gerencia universitaria con fines de transformación, comprende según Monagas (2008) una serie de acciones que tocan desde lo sociológico hasta lo económico, pasando por revisiones que inciden sobre lo teórico y lo metodológico ya que la conceptualización y praxis de la gerencia contiene la fuerza necesaria para sensibilizar no solo actitudes, sino también voluntades que pueden girar en torno a la posibilidad de incidir cambios en la racionalidad de los procesos académicos en virtud de sus complejidades. Más cuando de acuerdo a Nieto Echeverri citado por Monagas (ob cit) a la gerencia le corresponde enfrentar la dificultad de acercarse a los problemas con visión de totalidad, que le incluya a ella misma, que le permita ver los extremos a la vez y por lo tanto comprender las relaciones.
En el contexto universitario, esta situación adquiere mayor relevancia por cuanto en ella convergen intereses espirituales alineados con creaciones intelectuales asociadas con ideas, conceptos, criterios, referencias explicativas, teorías y prácticas. Asimismo las relaciones de trabajo entre los miembros de la comunidad universitaria tienden a gravitar alrededor de razones que si bien buscan exaltar la espiritualidad, entendida como condición que favorece la sensibilidad y el idealismo en tanto momentos de la socialización, igualmente pueden reflejar posiciones encontradas. Si a esto se le suma el problema de la planificación, organización, coordinación y evaluación de procesos académicos, supone enormes dificultades y complicaciones.
Justamente, tan enmarañadas especificidades, muchas veces redundantes en contradicciones, pero también en posibilidades para generar conocimientos, es lo que hace eminente la investigación transcompleja de la gerencia.
De acuerdo a la UNESCO (1997), la transcomplejidad es inseparable de una nueva visión y de una experiencia vivida. Es una vía de auto transformación orientada hacia el conocimiento y hacia la creación de un nuevo arte de vivir. En este sentido, la investigación bajo este enfoque debe adecuarse a problemas transversales, transnacionales y multidimensionales como a las grandes macroteorías. Desde ese punto de vista, la elección de un tema deberá concebirse como una apertura a espacios colindantes.
Es así como caracterizar una situación de investigación gerencial en el marco de la transcomplejidad requiere de una descripción contextualizada e integradora, en relación a etapas precedentes y a sus potencialidades de continuidad; se interpreta, así, en conexión con lo histórico y desde una opción de futuro, con énfasis en la posibilidad innovativa, inventiva, autotransformativa de los sujetos, donde se incluya la posibilidad de aparición de ramificaciones, asociadas al azar y a cualidades emergentes, rumbos nuevos, impulsados por elementos extraños, que no pueden ser establecidos desde el inicio del proceso.
Es necesario construir una visión más flexible de la causalidad social y de las formas de intervención en el cambio que necesariamente tiene que incorporar la incertidumbre y la subjetividad como fuerzas intervinientes en el curso de los acontecimientos. Es necesario considerar lo humano y lo tecnológico, lo económico, y lo político, lo ético y lo estético, la afectividad y la creatividad, lo normativo y la costumbre, la intuición y la espiritualidad, de la experiencia del investigador y de la participación de los actores del proceso, donde se integre el conocimiento científico, filosófico y lo cotidiano, con la utilización de multimétodos.
Tal y como lo expresa el Dr. Rigoberto Lanz: “Un paradigma transcomplejo es trascender en el pensamiento, sin barreras disciplinarias, sin esquemas universales, sin escisiones entre lo natural y lo humano, sin la superioridad de lo cuantitativo apoyado en la medición, sin exclusión de la paradoja, sin execrar a la poesía o a cualquier otra dimensión del arte, sin sustitución del diálogo por las pruebas teóricas o empíricas, en fin, sin sacrificar la totalidad del mundo incluida su armonía estética”. Se trata aquí de una perspectiva multidisciplinaria que logre superar, las ya evidentes limitaciones, del reduccionismo científico, como del conocimiento parcelado.
Finalmente el ser humano ha ido comprendiendo que somos una integración de múltiples componentes, de allí que hoy en día se presenten interpretaciones y explicaciones que en muchos pudiese causar asombro, como por ejemplo las que hace Fritjof Capra, en su obra “Las Conexiones Ocultas” en la cual establece una relación entre la organización y comportamiento de las células con el comportamiento humano y las organizaciones sociales. Obviamente esto nos obliga a repensar nuestras formas de concebir el mundo. Consciente siempre de que todo cambio genera resistencia, pero que cuando éstos no se efectúan a tiempo se pone en peligro la supervivencia.

En tal sentido, no olvidemos lo que en una oportunidad dijo Charles Darwin: “No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio”.

Fuentes consultadas

Drucker, P. (2006). La Gerencia en la Sociedad Futura. Colombia: Grupo Editorial Norma.
Monagas, A. (2008) La gerencia Universitaria ante el cambio Institucional. Revista Visión Gerencial. Año 7 Nº 2 Venezuela: Universidad de los Andes
Morin, E (2003). Introducción al Pensamiento Complejo. Barcelona: Ed Gedisa
Mujica, M (2007). Estudio contextualizado de la Administración en Venezuela. Venezuela: Universidad de Carabobo.
Lanz, R. (2001) Organizaciones transcomplejas. Caracas: Editorial Imposmo/Conocit.
Leal, J (2005). La Autonomía del Sujeto Investigador y la Metodología de la investigación. Venezuela: ULA
Lozano, A. (2005): La Transcomplejidad de la gerencia en las organizaciones.
UNESCO (1997). Conferencia General 9 Reunión . París
Villegas, C y Otros, (2005). La Investigación: Un Enfoque Integrador Transcomplejo. Venezuela: UBA
Villegas, C (2004). La Nueva Ciencia Transcompleja. Venezuela: Postdoctorado en Ciencias de la Educación

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