lunes, 7 de febrero de 2011

LA AXIOLOGÍA Y LA EDUCACIÓN SEXUAL: UNA VISIÓN EN UNA REALIDAD COMPLEJA

AUTOR: MCS. ADILIO SOUSA

La axiología es la rama de la filosofía que se encarga de estudiar la naturaleza de los valores y juicios valorativos. De allí, la importancia de su aplicación en los proceso educativos. También es definida como una ciencia que se encarga del estudio de los valores, destacando la existencia de valores positivos y negativos; o valores y desvalores. Con relación a su origen,  se remonta al año 1902 cuando Paul Laupie la introdujo por vez primera y luego Eduard Von Hartman en 1908.
La axiología se divide en dos ramas: la ética, que se refiere a la teoría de los valores morales (lo bueno) y la estética, que está muy relacionada con los valores artísticos (lo bello). Por lo que se puede afirmar que la axiología es un sistema formal para identificar y medir los valores. Es la estructura de valores de una persona la que le brinda su personalidad, sus percepciones y decisiones.
            Partiendo de esta clasificación, es propicia la ocasión para citar la jerarquización de los valores propuesta por Richert, Hartmann o Scheler, quien expone que estos filósofos alemanes desarrollaron la “ética axiológica” que comprende dos principales fundamentaciones a saber: “la ética” y “la deontología”
El término “ética” tiene como objeto de estudio los fundamentos del “deber” y las normas morales. Por lo antes expuesto, se puede afirmar que la misma se refiere a una serie ordenada de deberes y obligaciones de índole moral que posee los profesionales en un área. Por su parte, la deontología se conoce también con el nombre de “Teoría del Deber”, que conjuntamente con la axiología conformar la “ética normativa”.
            Etimológicamente la palabra “ética” viene del griego “ethos”, que significa “costumbre”, mientras que la palabra moral tiene su origen en el latín “moris” que también significa “costumbre”. Por lo tanto, la “ética” y la “moral” están muy relacionadas con las costumbres. De allí, se puede definir la ética como la ciencia de las costumbres, resaltando el estudio de la bondad o maldad en los seres humanos.
Es importante darle el carácter científico a la “ética” ya que la misma se propone estudiar con profundidad y resolver las situaciones problemáticas relacionadas con el comportamiento moral de los ciudadanos y ciudadanas, estableciendo distinciones entre lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto
                La ética humana es en gran parte un producto social de los individuos y estará relacionada por ejemplo, con la estructura de personalidad, el entorno familiar, la edad, el sexo, la emocionalidad, las circunstancias particulares de las personas, entre otros, lo que incidirá en el comportamiento ético. Además de estos aspectos, es recomendable agregar el carácter racional, ya que, interviene el uso de la razón.
            El carácter “racional” juega un papel preponderante en todos y cada uno de los modelos éticos propuestos por diversos filósofos debido a que involucra causas, motivos circunstancias y razones para emitir juicios valorativos sobre la bondad o maldad que exhiben los seres humanos.
            Por su parte, la deontología para Martínez (2010) surge como respuestas, después de la Segunda Guerra Mundial, cuando los profesionales, principalmente médicos, realizaban experimentos con personas, argumentando que los mismos eran de carácter científico, creándose los “códigos deontológicos” posteriormente. En la actualidad se han aprobados leyes como el “Código Deontológico y Bioético del Psicólo Colombiano, Ley 1090 del año 2006, en el cual el Dr. Nelson Ricardo Vergara, Psicólogo e investigador  (p.05) expone la base filosófica Humanista Liberal y Utilitarista Benthamista, la cual es apropiada para la Psicología Moderna.
            De igual manera, este autor clasifica a la deontología en tres partes o más a saber: deontología aplicada, que plantea una ética descriptiva y prescriptiva. La deontología profesional enfocada al ejercicio de una profesión, aplicando “códigos deontológicos” y la deontología teleológica que manifiesta una actitud o comportamiento “ético” con mira a obrar “bien”
            Es importante destacar, entonces, el rol de la deontología como ciencia para estudiar o normar el comportamiento de los ciudadanos y ciudadanas en el ambiento social con la finalidad de establecer “lo bueno y lo malo”, y así contribuir con su crecimiento personal y profesional.
            Como se puede apreciar en lo antes señalado, la axiología reviste de gran importancia en el proceso educativo ya que es la encargada de regular todo lo concerniente a los valores y conductas de todos y cada uno de los ciudadanos y ciudadanas de un país. Si se combina la relevancia de esta ciencia con la educación sexual, se estaría ante la presencia de dos elementos en el área educativa que no se podría dejar a un lado o restarle importancia.
La educación sexual es un área que ha generado inquietudes a múltiples investigadores por la adecuada preparación que debiera tener el docente del siglo XXI y al temor que se pone de manifiesto en los padres, representantes y responsables, orientadores y demás entes involucrados en la temática cuando el niño, niña o adolescente despierta la inquietud por la sexualidad. De forma amplia, la educación sexual es toda instrucción sobre el proceso y las consecuencias de la actividad sexual, generalmente dada en adolescentes.
Hoy en día, la educación sexual está incorporada l currículo en las escuelas y liceos como parte de la asignatura de Educción para la Salud y Ciencias Biológicas. A lo que muchos investigadores señalan que, históricamente la tarea de instruir a los niños, niñas y adolescentes sobre el sexo ha sido responsabilidad de los padres, representantes y responsables. Sin embargo, la comunicación paterno/filial en materia sexual puede estar mediatizada por las inhibiciones de los progenitores o por las diferentes tensiones entre ambas generaciones.
A finales del siglo XIX, los esfuerzos realizados por los docentes y trabajadores sociales para complementar la instrucción dada por los padres, provocó que ésta se denominara de forma solapada y eufemística “higiene social”, información biológica y médica sobre la reproducción sexual y las infecciones de transmisión sexual (I.T.S.). No obstante, la mayor flexibilidad de las normas sociales respecto a la actividad sexual, así como la numerosa información ofrecida a los niños a través de los medios de comunicación, generó la creación de planes y programas de educación sexual más sofisticados y explícitos, a pesar de las opiniones contraria de las mayorías.
Es tan relevante la educación sexual como parte del proceso de enseñanza y aprendizaje en la actualidad que numerosas conferencias, simposios, entre otros han tenido lugar en todo el mundo. Como ejemplo, se tiene la Declaración de Derechos Sexuales suscrita por agrupaciones de 125 países el 29 de Junio de 1997. Las sociedades de sexología de Venezuela, Francia, Cuba, Canadá, México, Israel, Estados Unidos y Brasil, entre otras naciones, se pronunciaron para que la educación sexual sea respetada.
A pesar de lo expresado anteriormente, en Venezuela cada día se incrementa el embarazo a temprana edad. Igualmente las  I.T.S.  aumentan considerablemente, sobre todo en la población entre los quince (15) a treinta y cinco (35) años. Es por ello que, numerosos autores ven con preocupación estos indicadores relacionados con la educación sexual, destacando que la crisis en la familia venezolana, la inestabilidad social, y la influencia de los medios de comunicación social inciden directamente en el porcentaje de estos dos indicadores, aunado  a otros factores como la falta de información sexual, la promiscuidad, el entorno social y el consumo de alcohol y drogas.
Otro factor que incide en el acrecentamiento de los indicadores mencionados, es la poca preparación de los docentes en materia sexual, por lo que se requiere la puesta en práctica de asignaturas o afines en las Universidades Pedagógicas que faciliten a los educadores las herramientas necesarias para que ellos pueden impartir la educación sexual adecuadamente en las instituciones educativas en todos y cada uno de los niveles o modalidades.
Otro de los factores de mayor relevancia ante la problemática presentada es la pérdida de los valores en la educación tanto formal como informal. Es por ello, que es necesario darle la importancia que se merece en el ámbito educativo a la formación de valores, al papel preponderante de la familia, a las instituciones educativas y a los medios de comunicación social en materia de educación sexual, pues son ellos los que llevan los que llevan en primer término la responsabilidad directa del acto educativo.
Algunos enfoques de la sexualidad, se encuentran arraigados en una tradición cultural correspondiente a épocas históricas, cuyos valores morales son incompatibles con los pretendidos en las últimas décadas del siglo XX. El error más común es reducir las consideraciones sobre sexo o educación sexual en una solo dimensión humana: los genitales, la moral, el cuerpo, el espíritu, la psique o la salud física, y también plantea que el hombre está compuesto de dos partes irreconciliable: carne y espíritu; la materia viviendo en una lucha abierta con el espíritu y viceversa.
La axiología y la educación sexual son dos herramientas fundamentales en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Ambas proporcionan fundamentos teóricos-prácticos esenciales para una vida sexual sana y responsable. He aquí donde no se puede hablar de educación sexual de los hijos, sin tener presente las virtudes y valores humanos; y como deben los padres, representantes y responsables de enfrentarla, tomando en consideración la religiosidad, madurez de personalidad y no los elementos de orden técnicos ni científicos, presentando la educación sexual de manera integral y coherente con formación moral y religiosa.
El sexo es parte importante en la vida de cada ser humano, por lo que se puede dejar a un lado, por lo que los progenitores deben estar muy bien informados sobre los aspectos que están vinculados con la sexualidad de los hijos. Para ello, deben buscar información en diversas fuentes con alto nivel de confiabilidad. 
Los valores juegan un papel preponderante en la formación integral de los jóvenes en la actualidad debido a la crisis o la imposición de los valores negativos sobre los valores positivos en la sociedad actual. El amor como manifestación debe ser inculcada sobre tos los principios, no solo debe reducirse al tema de los genitales ni el de la reproducción.
Para que los padres tengan resultados favorables en la educación sexual de los hijos, es necesario e imprescindible que ellos formen buenas bases en la formación moral, tomando como referencia el amor, la autodisciplina, el decoro, la generosidad, el respeto, la responsabilidad, el perdón, la sencillez, la tolerancia, la voluntad, la comunicación, entre otros.
La Constitución Nacional de la Republica de Venezuela (1999)  y la Ley Orgánica de Educación (2009) establecen claramente la finalidad de la educación venezolana en materia de valores que se pretende tomando como base los objetivos de la misma tiene, para la formación del ciudadana que se desea tener.

Referencias Bibliográficas

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Bianco, F. (2002) Sexología. Universidad Central de Venezuela Editores. Caracas.

Calvo, S. (2002) Educación para la Salud en las Escuelas. Ediciones Díaz de Santos. México.

López Soler, N. (2004). Curso de Educación Afectivo-Sexual. Ediciones Netbiblio. Madrid.

Meece, J. (2005) Desarrollo del Niño y del Adolescente para Educadores. MacGraw Hill Editores. México.

Unesco (2008). Educación Sexual. Ginebra: Autor.